El seminario de musicoterapia ofrecido por la madre de una de mis compañeras me pareció una experiencia muy bonita. Siempre he sido conciente del poder que tiene la música en la vida de las personas, pero no sabía de la existencia de este tipo de talleres para tratar problemas como la parálisis cerebral, el autismo...
Aprendí cosas muy interesantes y me fascinaron los casos de niños que Gabriela trataba, recuerdo especialmente el caso de Paul, como fue capaz de conseguir acompañar la canción a piano a pesar de todas las dificultades que nos explicó Gabriela que tuvo al principio.
Me sorprendió mucho algo que dijo la ponente, y es que su objetivo no es que los niños y niñas que ella trata aprendan a tocar el piano, por ejemplo, sino que ella utiliza el hecho de que el niño toque el piano como una medicina, que si durante las sesiones el niño/a aprende, mejor, pero que su misión no es que ellos tengan una técnica perfecta, es ayudarlos.
Por último, hubo un momento muy emotivo y es cuando nos mostró el caso de Anaís, una niña con parálisis cerebral a la que ella adoptó. Pudimos ver en los vídeos los avances que la niña tuvo desde sus inicios cuando empezó en el taller, hasta como es en la actualizad. Me parecen fabulosos los enormes avances que ha hecho, y el esfuerzo y el trabajo que tanto ella como su familia han realizado para que Anaís haya conseguido ese gran logro.
Aprendí cosas muy interesantes y me fascinaron los casos de niños que Gabriela trataba, recuerdo especialmente el caso de Paul, como fue capaz de conseguir acompañar la canción a piano a pesar de todas las dificultades que nos explicó Gabriela que tuvo al principio.
Me sorprendió mucho algo que dijo la ponente, y es que su objetivo no es que los niños y niñas que ella trata aprendan a tocar el piano, por ejemplo, sino que ella utiliza el hecho de que el niño toque el piano como una medicina, que si durante las sesiones el niño/a aprende, mejor, pero que su misión no es que ellos tengan una técnica perfecta, es ayudarlos.
Por último, hubo un momento muy emotivo y es cuando nos mostró el caso de Anaís, una niña con parálisis cerebral a la que ella adoptó. Pudimos ver en los vídeos los avances que la niña tuvo desde sus inicios cuando empezó en el taller, hasta como es en la actualizad. Me parecen fabulosos los enormes avances que ha hecho, y el esfuerzo y el trabajo que tanto ella como su familia han realizado para que Anaís haya conseguido ese gran logro.
En conclusión, fue una experiencia preciosa que creo que todo futuro docente debe vivir, porque el día de mañana cuando me encuentre con niños/as con estos problemas, no dudaré en recomendar a sus familias que lleven a los niños a estos talleres. Considero que esto es una gran oportunidad para ellos, es ofrecerles un modo de vida mejor, rodeado de música que le aportará innumerables beneficios en muchos aspectos.
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